Saltar al contenido
Portada » Entradas » TUcoREFORMA: Medir

TUcoREFORMA: Medir

Cómo construir el hogar de tus sueños sin volverte loco

¿Cuando miras tu pasillo sólo ves metros desaprovechados? ¿Cada mañana piensas cómo sería ducharse en un baño más grande? ¿Sois uno más en casa y necesitas otra habitación?

Ha llegado el momento de hacer una reforma.

En Tuco sabemos que las reformas en el hogar pueden ser algo muy estresante, sobretodo si se tiene que vivir en la casa mientras se realiza. Por eso queremos darte un par de consejos generales y un pequeño “Plan de Acción” para que conseguir el hogar de tus sueños no sea una tortura, sino un proyecto que vivas con ganas.

Antes de nada, cuenta con algo de desorden en tu día a día durante el tiempo que duren las obras; tal vez, si lo esperas, después no te parezca tan grave… Y, sobretodo, aprovecha esa temporada para ilusionarte: al final del caos está el hogar en el que siempre has deseado vivir, hecho a tu gusto.

Medir: lo primero es lo primero

Lo primero y más importante a la hora de emprender una reforma, porque de hacerlo bien va a depender todo lo demás, es tomar medidas.

No hace falta ser aparejador para medir correctamente, pero te vamos a dar una pequeña guía para que lo hagas casi, casi como un profesional de la construcción.

Antes de empezar, haz un plano. No hace falta que sea perfecto, pero sí aproximado para apuntar correctamente las medidas. Presta atención a la geometría y ten en cuenta dónde hay columnas, pilares…

Ponte ropa cómoda y prepara lápiz y algo con lo que medir. Lo óptimo sería un flexómetro, uno de esos metros metálicos, flexibles y enrollados. Si es una estancia muy grande viene muy bien un metro láser.

Preparados, listos…

Ya estas preparado para empezar a medir:

  • Empieza por las medidas generales, es decir, largo y ancho de la habitación. ¡Y no olvides la altura!
  • Una vez hecho esto, comprueba si hay alguna columna o pilar y anota sus medidas y posición.
  • Mide la distancia de las puertas y ventanas y sus dimensiones.
  • Señala dónde están situados los radiadores o la bomba de aire.
  • Mide también los muebles que son fijos, como armarios empotrados.

Hay espacios un poco más complicados, no todas las habitaciones son rectángulos perfectos. En esos casos recurrimos a la triangulación: divide la superficie en triángulos imaginarios y mide ángulos y lados. Así sacarás el resto de las medidas.

Pasa el plano a limpio a una escala que te sea fácil de trabajar. Si no tienes escalímetro (no es algo que esté habitualmente en una casa) utiliza una regla sencilla para aplicar tu escala: por ejemplo, que 1 m. real sea equivalente a 1 cm. en tu plano, y sigue siempre esa escala.

Ya estás listo. En el siguiente capítulo te contaremos cómo empezar a plantear la reforma…